Trump rescata a la "serpiente difícil de matar", veterano de las guerras sucias para formar gobierno en Venezuela

Trump rescata a un veterano de las guerras sucias, Elliot Abrams de 71 años, el "miserable" artífice en los golpes de estado en latinoamérica de los años 80, para que se ocupe de Venezuela
Abrams fue uno de los cargos de la Administración de Reagan que promovió la ayuda a los gobiernos golpistas de Centroamérica y a los contras de Nicaragua.
El nombramiento lo ha informado, el Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo en rueda de prensa. Lo que significa, lisa y llanamente que EEUU tiene intensiones de intervenir directamente en la formación de un nuevo gobierno en Venezuela.
Elliot Abrams fue el principal hacedor de llevar la guerra caliente a centroamérica, sosteniendo a los gobiernos derechistas de Honduras, Guatemala y El Salvador y apoyando a los contras que combatían en Nicaragua. Elliot Abrams es el responsable que murieran en las respectivas contiendas que el mismo inducía, a cientos de miles de civiles centroamericanos, encubriendo las matanzas cometidas por los militares y los escuadrones de la muerte. Episodios como la matanza de El Mozote fue uno de los episodios más sucios de la guerra civil salvadoreña.
Abrams fue condenado por la justicia norteamericana cuando la prensa independiente comenzó a publicar las ejecuciones. Pero luego, su pena fue suspendida conjuntamente con otros condenados por el mismo motivo por un indulto del presidente George Bush. Una manera de recompensar al asesino.
El almirante William Crowe, jefe de las FFAA de EEUU con Reagan y Bush, dijo años después sobre Abrams: "Esta serpiente es difícil de matar".
Venezuela que está soportando un bloqueo económico severo por parte de Estados Unidos desde hace años, de la que España no hace mención, ha cruzado durante el gobierno de Maduro la línea roja en cuanto a derechos humanos, un fenómeno que no es exclusividad de Venezuela, pues ocurre en Colombia, México, Nicaragua, Honduras y otros países latinos. Pero al contrario de todos estos, Venezuela tiene petróleo y minerales muy apetecibles para la voracidad extranjera y es muy posible que Venezuela se convierta en otra Siria bajo el mismo argumento de alguna "libertad".
Lo cierto es que el intervencionismo de EEUU es de cuidado y peligroso. No sólo por su actuación en los años 80, sino en los golpes de estados simultáneos y continuos de la década del setenta en latinoamérica -Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Argentina con Videla y Chile con Pinochet-. La crisis venezolana, sólo puede ser tratada en las Naciones Unidas, no en EEUU ni en Europa ni mucho menos en España. Una España extrañamente interesada en los asuntos internos políticos, sociales y económicos de Venezuela a la vanguardia de cualquier otro Estado y paradójicamente insensible a los gobiernos de Arabia Saudí, Qatar, Kuwai etc., con los que mantiene además, vínculos amistosos y estrechos, tragándose la lengua en cuanto a derechos humanos.